Saltar al contenido

Cómo nos influye la genética

May 28, 2010

Es importante conocer bien nuestra genética para saber a qué atenernos en cuestiones como nuestra masa ósea y nuestras próximas patologías. No resulta tan difícil pensar que cómo eres está influido por tus padres y tus abuelos. Es una realidad que disponemos en nosotros mismos de una herencia adquirida al nacer. Por eso sería muy útil a la hora de entendernos observar de dónde venimos. Pocas cosas son producto de la casualidad y, por ejemplo, disponer de un metabolismo acelerado o lento no es una de ellas. Piensa en dónde acumula la grasa tu familiar más cercano de tu mismo sexo y encontrarás seguro similitud con tu zona más conflictiva.

Una vez que hemos reconocido el material heredado del que disponemos no nos debemos frustrar; si reconocemos una tendencia a engordar en nuestros genes, no pasa nada, todo se puede frenar o paliar con ciertas medidas. Como curiosidad os comento que antes vivía más la gente que más tendencia a acumular tenía, pues la falta de alimentación seleccionaba de forma drástica al que más desechaba. Pero hoy en día la sobrealimentación y la falta de ejercicio han dado la vuelta a esta estadística, tiranizando y apartando a los que antes disponían de esta ventaja. Lo importante es pensar más que en lo que marcan las tendencias, en si estamos sanos o no: en base a esto alargaremos o acortaremos nuestra vida. Un sobrepeso exagerado nos hará pagar un alto precio a corto o largo plazo.

Es complicado salir del caldo de cultivo para la obesidad en el que nos encontramos, como sociedad desarrollada (fácil acceso a mucha comida apetecible y no siempre nutritiva y poco tiempo y menos ganas de hacer ejercicio). La gran oferta de productos a nuestro alcance, que hace que dispersemos y no sepamos que camino seguir, conduce a pasar de todo y seguir anclados en nuestro bucle.

Por otra parte el ejercicio y la dieta surtirán distintos efectos dependiendo de cada persona. Ninguna persona es igual a otra como se deduce de la suma genética de cada uno. No hay que desmotivarse y conformarse con lo que nos ha tocado, sino aprender a conocer dónde están nuestros puntos fuertes y débiles para sacarnos el máximo partido que genética y socialmente podamos. La suma del conocimiento y control de estos factores nos dará el triunfo hacia una condición física sana y en forma.

No comments yet

Deja un comentario